UNA CRONICA PLAYANCHINA

Hoy sábado partí hacia Playa ancha con el objetivo de cumplir una promesa que hice a los dueños del café “ República Independiente de Playa Ancha”,  ubicado   a pasos del tradicional y conocido Emporio Naval. Hace algún tiempo, en nuestro deambular por los cerros porteños junto a mí compañera, dimos con este cafecito que nos llamó la atención  puesto que en sus paredes hay numerosas fotografías de personas y personajes del cerro Playa Ancha. Es posible observar, entre otros, al Gitano Rodríguez, a Payo Grondona y al conjunto Los Blue Splendors.  Los dueños nos contaron que su intención es la de rescatar la historia local  a través de  estas fotografías. Les comenté que durante mi pasado “playanchino” como estudiante del Pedagógico primero y luego de la Escuela de Odontología de la Universidad de Chile, sede Valparaíso, a inicios de la década del setenta, fui acogido en casa de los suegros de mi hermano en la ciudad de Quilpué y Don Joaco, el dueño de casa , era oriundo de Playa Ancha. Durante su juventud fue un activo integrante del Club Deportivo Playa Ancha  participando tanto de la selección de Water Polo como la de Basket Ball. Les expresé que tenía una fotografía que testimoniaba este pasado, prometiéndoles buscarla y traérselas.

En eso andaba en la “República Independiente” este sábado, cuando me encontré con afiches en donde se comunicaba la realización de la “Primera Feria Social de Playa Ancha”, en la Plaza Waddington, hacia donde me dirigí y pude participar de esta actividad que consistía en una jornada familiar destinada a los vecinos playanchinos, con distintos números artísticos  y talleres abiertos a la comunidad. Había numerosos stands de organizaciones  del sector, entre las cuales cabe mencionar el Centro Cultural Playa Ancha, el Club Alejo Barrios, la Universidad de Playa ancha, Juntas de Vecinos, Asociación de Comerciantes, etc.                                  
El cerro Playa Ancha constituye “un mundo aparte” y la denominación de República Independiente refleja precisamente ese espíritu. La “vida de barrio” aún se mantiene y se pueden observar caminando por cualquiera de sus sectores negocios  como panaderías, carnicerías, boticas, emporios, peluquerías, etc. que  continúan  su funcionamiento totalmente ajenos y distantes del artificial mundo de los malls .

En mi recorrido por la Plaza Waddington pude apreciar una  bellísima instalación fotográfica denominada “Playa Ancha a la vista”, con imágenes captadas durante el año 2014 que rescatan   lugares y acontecimientos propios del  barrio.

Visité después los stands, deteniéndome a conversar con el encargado del local de la Asociación de Fútbol Alejo Barrios, con quien  comentamos de cómo se había perdido el espacio público representado por el Parque Alejo Barrios, ya que hoy se encuentra encerrado tras una  reja perimetral. Me comentó que ya no se puede ir libremente a jugar a la pelota (como lo hacíamos durante mi vida universitaria) y  que ellos como Asociación fundada en 1932, con una vasta e importantísima trayectoria en el Parque Alejo Barrios, tienen algunas facilidades, pero igualmente con limitaciones. Me comentó, además,  que para los playanchinos el Parque Alejo Barrios constituye el antejardín del Estadio Playa Ancha, la puerta de entrada hacia el coliseo deportivo, ya que la circulación de buses, automóviles y personas es elevadísima por ese frontis. En cambio para el Instituto Nacional del Deporte, actuales encargados del recinto, al Parque lo ven sólo como el patio trasero del estadio y por lo tanto no han hecho nada para mejorar su aspecto.

 La participación de los vecinos fue rotando a lo largo del día y culminó con una gran presencia en el de cierre de la jornada que estuvieron a cargo de dos grupos que representan un patrimonio vivo de Valparaíso, como son “La Orquesta de Armónicas de Valparaíso” y el grupo musical  originario de Playa Ancha “Los Blue Splendors”. 

Mientras tanto, muy cerca de allí, en el remodelado Estadio Playa Ancha denominado Elías Figueroa,  Santiago Wanderers derrotaba a Ñublense por dos goles a uno y seguía luchando lleno de esperanzas en salir campeón y alcanzar su estrella número  cuatro.

Textos y fotos;Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 22 de noviembre 2014